El maestro sufi contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían su sentido. -Maestro -lo encaró uno de ellos una tarde-. Tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado. -Pido perdón por eso. Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno. -Gracias maestro -respondió halagado el discípulo-. -Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites? -Sí. Muchas gracias -dijo el alumno-. -¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo.? -Me encantaría, .pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro. -No es un abuso si yo te lo ofrezco. Sólo deseo complacerte. Permíteme también que te lo mastique antes de dártelo. -No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! El maestro hizo una pausa y dijo: -Si yo les explicara el sentido de cada cuento. sería como darles a comer una fruta masticada.
CUENTOS PARA PENSAR “AMARILLO”
$19.95
Autor: BUCAY, JORGE, Editorial: OCEANO
Disponibilidad: In stock