PENSAR DEMASIADO NO ES UN RASGO DE LA PERSONALIDAD. ES LA FORMA MÁS DISIMULADA DE MIEDO. ROBA TIEMPO, CREATIVIDAD Y METAS. ES LA COSA MÁS CARA Y MENOS PRODUCTIVA EN LA QUE INVIERTEN LAS EMPRESAS SIN SIQUIERA SABERLO. Y ES UNA EPIDEMIA. CUANDO EL AUTOR MÁS VENDIDO DEL NEW YORK TIMES, JON ACUFF, CAMBIÓ SU VIDA AL TRANSFORMAR SU HÁBITO DE PENSAR DEMASIADO, SE PREGUNTÓ SI OTRAS PERSONAS PODRÍAN BENEFICIARSE DE LO QUE DESCUBRIÓ. ENCARGÓ UN ESTUDIO DE INVESTIGACIÓN PARA PREGUNTAR A 10.000 PERSONAS SI TAMBIÉN TIENEN PROBLEMAS CON EL PENSAMIENTO EXCESIVO, Y EL 99,5 POR CIENTO DIJO: “¡SÍ!”